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  • Marianne Renoir

Capitolo uno: C´era una volta... L´altro Sergio

Actualizado: 25 jul 2022

Uno de los westerns más originales de este siglo es Django Desencadenado. Quentin Tarantino toma el nombre de su protagonista de un Spaghetti Western que Sergio Corbucci rodó en España en 1966. En un momento de su acción, en un cameo delicioso, el Django de Tarantino, Jamie Foxx, le deletrea su nombre al Django de Corbucci, Franco Nero. Cuando Foxx le explica que la D es muda, Nero le replica: “lo sé”.

(JuanC Paredes, Desmontando el cine II).



Después de despedirse de Jim Stacy y de los habituales del Salón de la Fama de los Bebedores, Cliff deja a Rick en su casa sobre las diez y media de la noche; tiempo suficiente a fin de que Rick se estudie sus diálogos para el trabajo del día siguiente y se vaya al catre sobre las doce o las doce y media. Nada más entrar por la puerta, Rick conecta su contestador automático, como hacen todos los actores del mundo para ver si ha recibido algún mensaje importante. Y, en efecto, hay uno del agente Marvin Schwarz.

«Caray, qué rápido», piensa Rick.

Así que marca a toda prisa el número que ha dejado el agente y Marvin coge el teléfono al tercer timbrazo.

-Hola, señor Schwarz-dice Rick-, soy Rick Dalton.

-Rick, muchacho-contesta en tono sociable el agente-, cómo me alegro de que hayas llamado. Tengo dos palabras para ti: Nebraska Jim. Sergio Corbucci.

-¿Nebraska qué? ¿Sergio qué?

-Sergio Corbucci -repite Marvin.

-¿Y quién es ese? -El segundo mejor director de spaguetti westerns de todo el mundo -le informa Marvin-.

Y está haciendo un nuevo western, que se titula Nebraska Jim.

Y, gracias a mí, está pensando en ti.

(Quentin Tarantino, Érase una vez en Hollywood).

Y es gracias a Tarantino, el grande, y a nuestro polifacético y recordado Rick Dalton que ahora, tú apreciado vaquero que inicias esta aventura y yo, estamos pensando en "el otro Sergio", sí, así como lo has leído, el segundo Sergio del wéstern, el segundo mejor director de aquel género que tantas balas ha repartido en la historia del cine, dejando, incluso, al más noble e inocente mortal sin cabeza o en el mejor de los casos sin cualquier otro órgano.

- Pero si este Sergio es el segundo ¿quién es el primero?

- Elemental, mi querido Cowboy.

Sergio Leone, 1968

Después de esta breve introducción y sin ánimo de parafrasear les quiero contar, distinguidos y forajidos lectores, que he saltado de emoción durante mis días de fortuna y verano al encontrarme en medio de las en muchas ocasiones deep and troubled waters de #Netflix con nada más y nada menos que con EL DOCUMENTAL, un documental en mayúscula que cuenta sobre un género que a muchos apasiona, pero que a la luz hoy resulta un poco enpolvado. Dirigido por Luca Rea, director y escritor de cuyo nombre recién me entero, Django and Django, 2021 (sí, con la misma D silente) explora mediante entrevista y algunas anécdotas el versátil legado de Sergio Corbucci, uno de los tres Sergios, quien a principios de los 60s, junto con el otro Sergio, el primero, el Leone, revolucionaba los teatros en Italia gracias a un nuevo género que se cocinaba entre calurosos calderos en algunos desiertos de España y norte de Italia, en medio de la revolución mexicana; y que no pudo llamarse de un modo más sugestivo: nuestro delicioso Spaghetti Western. Pero para que la historia fuese más top la productora no escatimó en gastos y es nuestro siempre forajido de forajidos Quentin Tarantino, junto al mismísimo Franco Nero y Ruggero Deodato, quien rinde homenaje a aquel fuera de ley de todos los tiempos; como ya lo ha hecho en sus películas, y como ya nos lo han contado al inicio de esta crónica. Me perdonaran, si continúan, pero aún no alcanzo el grado de objetividad necesaria al escribir, menos tratándose de temas y personajes como los susodichos.


Django and Django, 2021

Sergio Corbucci en tres cápitulos

Chapter No 1

EL OTRO SERGIO


Sergio Corbucci mentado aquí, en el documental y dentro de tantas críticas, análisis y numerosos artículos en la web, como el segundo Sergio, nació en Roma, Italia, en medio de una familia amparada bajo el régimen de los nacionalistas de la época. A vergüenza suya, hijo de un padre militar, cantó para Hitler en el coro de los niños fascistas en una de sus visitas a Roma dentro de la dictadura de Mussolini. Corbucci, el otro Sergio, en realidad no es el segundo, si revisamos cronológicamente su filmografía Sergio Curbucci es quien da inicio al género que posteriormente es consolidado por Don Sergio Leone.

Sergio Corbucci en Django and Django, 2021

La idea de llamar al subgénero del wéstern “spaguetti western”, más que darle una connotación italiana gracias a la popular y jugosa pasta, era denostar a los wésterns producidos, dirigidos y escritos por cineastas italianos que, a ojos de la crítica Hollywoodense, eran meras copias vulgares de aquellos dirigidos por Ford, Hawks y Walsh. Si bien Sergio Leone era respetado y considerado el maestro del wéstern italiano, gracias a su Trilogía del dólar, en donde su siguiente película reforzaba a la anterior, colegas como Sergio Corbucci, Sergio Solima y Damiano Damiani eran vistos como simples oportunistas, gamberros o directores menores; debido a la violenta, feroz y visceral épica que igualaba al héroe al nivel del villano y le enaltecía mostrándole como un individuo inconforme, sin escrúpulos, sin el más mínimo rastro de compasión y con una desmesurada sed de venganza, de la que ni el más conciliador de los curas ni la más abnegada de las madres lograban salir ilesos si para hacerlo más real y sangriento lo fuese necesario. Una de sus maneras, poco educadas, de criticar al cochino sistema político, y las diferentes organizaciones alzadas en armas de la época.



El otro Sergio, el segundo de los “tres Sergios”, el tercero fue Sergio Sollima (1921-2015 quien fuera autor de la reconocida trilogía dedicada a un personaje llamado Cuchillo, interpretado Tomás Milián), fue uno de sus pioneros, reconocido y de más éxito; y, si hacemos caso de sus propias declaraciones, el inventor del mismo, al parecer durante una conversación con Sergio Leone durante el rodaje de Los últimos días de Pompeya, 1959, y tal como lo cuenta Tarantino en el documental Django and Django, 2021. Al igual que Leone éste también utilizó los paisajes españoles de Almería y la Sierra madrileña como fondo de sus historias; donde jugó como nadie la carta de introducir un elemento chocante en ese decorado fijo. Es entonces que, en Django (1966), el elemento extraño es el barro: el protagonista se presenta arrastrando un ataúd por una especie de rambla embarrada, y el destino de ese dificultoso periplo es un pueblo cuyas calles son, literalmente, barrizales. Luego, pone de cabeza lo que ya se esperaba ver en un wéstern, lo ya predecible, y traslada la historia de vaqueros, villanos y sucios forajidos del desierto arenoso en España a las altas cumbres nevadas del norte de Italia en Il Grande Silenzio, 1968, obra magnísima, del en ese entonces subgénero, protagonizada por el aclamado, para la época, y recientemente fallecido actor francés Jean Louis Trintignang - ¿pero cómo rayos le haces para poner a un forajido de acento francés en un wéstern italiano? - Sencillo, le dices que no hable. El personaje era mudo, su voz era el silencio de la muerte. Los wésterns de Corbucci pueden entenderse como parábolas de un mundo acostumbrado a la guerra, al terrorismo con pretexto político, en el que al “justiciero” no se le niega su pertinencia, pero tampoco la condición despiadada y brutal de sus actos, que lo equiparan moralmente a sus antagonistas.



Chapter No 2

El BUENO Y EL FEO


Como ya distingimos entre el sello Leone y Corbucci sabrán que con el título de este capítulo no pretendo comparar al uno con el otro. Mucho menos insinuar que uno es bueno y que el otro no lo es tanto, o que uno es el primero y el otro es el segundo, porque no. Tampoco se trata de un duelo. Simplemente, y como no soy analista de cine, deseo que tú interesado por el género disfrutes una vez más, al igual que yo, de dos memorables escenas que para mí lo explican todo, que son perfección, que han sido analizadas por adelantadillos, incluso, desde las ciencias exactas, y que al mejor estilo Kurosawa nos narran la épica del miedo y el verdadero suspense; junto a la inteligencia de planos, desde diferentes dimensiones, magistralmente cuidados a través de un lenguaje que nos advierte una puesta en escena impecable. Los dos acompañados de la música del maestro de maestros Enio Morricone, porque un Spaguetti sin Morricone es como un spaguetti sin pasta de tomate o pesto. Les dejo por aquí lo que sería el Bardo inmortal o el Bocatto di cardinale del Spaguetti western en la pantalla grande.


- ¡Mi reino por un caballo!

Duelo final, El bueno, el malo y el feo, Sergio Leone (1966).



Duelo final, El mercenario (Salario para matar), Sergio Corbucci (1968).




Chapter No 3

ONCE UPON A TIME DJANGO AND DJANGO


Django sin cadenas, 2012

Y allí están sentados, Franco Nero, el Django de Corbucci y Jamie Foxx, el Django de Tarantino. En la escena que ambienta Quentin Tarantino en Django Unchained, 2012, un wéstern atípico y transgresor para nuestros tiempos, no apto para sensibles, que no resulta ser otra cosa que un digno homenaje al género que hoy yace, en cualquier cementerio o fosa común, y, agonizando en la memoria de quienes algún día le veneraron o quienes como tú o como yo aún gritamos: ¡aguante! y nos negamos a soltarle el brazo. Dice Gabriel García Márquez que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Es por esa razón que hoy escribo este conjunto de líneas tratando de reivindicar, de alguna manera, el legado de un gigante que no merece reposar olvidado en cualquier anaquel como patrimonio histórico; es por esa misma razón que me confieso devota de Tarantino y de cualquier director o escritor que con su trabajo logre recuperar el género; y a los Odiosos Ocho quienes sin el toque Corbucci nunca hubiesen llegado a ser tan odiosos; y a Django, 2012, y a Rango, 2011, y a cualquier atisbo del género que termine en ango; y, por su puesto, a la última de mi adorado Clint Eastwood que jamás, jamás será innecesaria, porque mientras por nuestra sangre cabalgue el wéstern, forever and ever, vive y vivirá la leyenda.


“Te advierto que por aquí una palabra es poco y dos son demasiadas”. Django, 1966.

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1 Comment


Unknown member
Aug 19, 2022

Vi hace poco de nuevo "El bueno, el feo y el malo". Es una película enorme. ¡Viva don Sergio!

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